Objeto
El objetivo de este artículo es dar explicación y solución a un problema, las condensaciones, que se presentan a menudo en el interior de muchos edificios de nuestro territorio, tanto ya sean de nueva construcción como antigua, deteriorando el confort del interior de la vivienda.
Condensaciones
Aunque las condensaciones no solo se circunscriben a las fachadas de los edificios, ya que las mismas pueden aparecer en muchas de las unidades de obra de un edificio por diferentes motivos (ver imágenes siguientes), este artículo se refiere solamente a las condensaciones en las fachadas, y más concretamente a las relacionadas con el aislamiento térmico de la envolvente del edificio.
Unos de los grandes problemas que nos encontramos a menudo en los edificios, y sin tener una explicación clara y concisa, son las humedades interiores localizadas y que son el resultado muy a menudo de un aislamiento deficiente en la piel del edificio, que origina condensaciones.
Se entiende por condensación el proceso de cambio de fase a través del cual el vapor de agua se convierte en micro-gotas de agua que se depositan sobre una superficie más fría que el aire ambiente en el interior de la vivienda. A menudo estas humedades son confundidas con las humedades de otro carácter, como puedan ser:
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- • Humedades en el cerramiento por contacto con el suelo.
- • Humedades por penetración en el cerramiento del agua de lluvia por una mala impermeabilidad.
- • Humedades por errores constructivos en alguna unidad de obra (ventanas mal realizadas, falta de sellado en encuentros de materiales, etc.)
- • Humedades por fallos en las instalaciones de conducción de aguas (sanitarias, aguas, sucia, etc.).
- • Humedades residuales de los materiales utilizados en la construcción del edificio.
Las condensaciones superficiales, objeto de este artículo, son aquellas manifestaciones de humedad que se producen en las caras interiores de los cerramientos debido a un aislamiento deficiente focalizado, que provoca un enfriamiento local de esa zona haciendo que el aire en contacto con la cara interior del muro se enfríe de una manera brusca por debajo de la temperatura de rocío. Ello provoca la aparición de micro-gotas de agua que pueden acabar produciendo con el tiempo manchas de moho en función del grado de absorción del material donde se manifiesten (sobre alicatados y vidrios micro-gotas de agua, y sobre enfoscados o enlucidos humedecimiento y posterior aparición de manchas mohosas).
Técnicamente las condensaciones se deben a la conjunción de dos magnitudes físicas del aire ambiente como son, por una parte la temperatura ambiente (Ta), y por otra la humedad relativa ambiental (Hr). La condensación se produce cuando el vapor de agua contenido en el aire entra en contacto con una superficie que se encuentra por debajo de la temperatura del punto de rocío (Tr); sobre esa superficie se va a ir depositando parte del agua que contiene ese aire.
Una fórmula aproximada para el cálculo de la temperatura de rocío, Tr, es la siguiente:
Donde:
- Tr: temperatura de rocío
- Ta: temperatura ambiental
- Hr: humedad relativa (%)
Esta temperatura también se puede obtener a partir del ábaco psicométrico, en el que partiendo de una temperatura y una humedad relativa ambiental se obtiene la temperatura de rocío, que es la temperatura a la que tenemos el 100% de humedad.
Este diagrama permite controlar el riesgo de condensación en los soportes. Es necesario conocer tres parámetros: la temperatura ambiente, la humedad relativa del aire, y la temperatura del soporte.
El principio de utilización es el siguiente: marcar la temperatura ambiente (punto a), tomar la vertical hasta alcanzar la curva correspondiente a la humedad relativa (punto b), seguir la horizontal hasta alcanzar la curva de la humedad relativa igual al 100 % (punto c), leer la temperatura en la vertical de este último punto (punto d).
Esta temperatura, temperatura del punto de rocío, es la del soporte por debajo de la cual tiene lugar la condensación. De este modo, la temperatura del soporte deberá ser superior a dicho valor último aumentada en 3 grados. (Ejemplo: para T ambiente = 20ºC y HR = 70 %, la temperatura del soporte deberá ser superior a 17ºC = 14ºC + 3ºC).
Humedad relativa
La otra variable que interviene en la formación de condensaciones es la humedad relativa ambiental, o cantidad de vapor de agua ambiental.
Esta magnitud física es a veces difícil de mantener constante de manera no forzada ya que la ventilación en las condiciones actuales de los edificios, o bien se diseña en el origen del mismo tal como se recoge en el CTE-HSo se realiza algo muy común de antaño, la apertura de los elementos de cierre de los huecos de la fachada(ventanas, balcones, etc.) durante un tiempo prudencial, es decir, ventilación natural, con las pérdidas energéticas que supone durante los meses invernales.
La reducción de la formación de vapor de agua generada en el interior del recinto es cada día más difícil ya que la tecnología actual y las formas de vida, han aumentado la formación de vapor de agua: aumento de equipamientos en cocinas, mayor aumento de la utilización del aseo (duchas o baños), etc. además de aumentar la estanqueidad de nuestros elementos de carpinterías. Por ejemplo: una persona puede producir más de 1 litro vapor agua/día debido a la respiración y sudor, acciones como ducharse y cocinar pueden llegar a producir más de los 3 litros vapor, etc.